jueves, octubre 27, 2005

El amor I


Llevaba mucho tiempo pensándolo y la idea no se le había ido de la cabeza, así que finalmente decidió ir a verle.

En el último momento, mientras esperaba en el andén advirtió su propio miedo. ¿Tenía que ser así? Sí. "Más adelante Dios dirá".

El viaje se le hizo terriblemente largo. Esperaba con nerviosismo el momento en que volvería a verle. Correría hacia él y se fundirían en un cálido y tierno abrazo.



De pronto recordó el día que se conocieron, hace muchos años. Fue algo casual, pero así es la vida, y de esa casualidad surgió una profunda amistad.

Ella vio en él alguien con quien se sentía cómoda contándole sus miedos, inquietudes, penas y alegrías. Le tenía mucho cariño.

Él nunca pensó encontrar un Ángel en la tierra. Aquel día dio gracias al cielo por enviarle tan divino tesoro.



Una vez ella le dijo que temía encontarse con su alma gemela y no darse cuenta de ello y de esta forma perder ese amor para siempre. ÉL le contestó: "El amor verdadero se reconoce y nunca pasa de largo. Se para a tu lado". No entendió el significado de esta frase hasta unos años después...



El tiempo fue pasando y para ella lo que antaño fue una buena amistad, se fue convirtiendo en algo más. Volvió a tener miedo, no quería perder un amigo por los caprichos de su corazón. Él, por su parte, callaba mucho más de lo que hablaba.



Cierto día quedaron. Para entonces, los sentimientos de ella eran evidentes, incluso él le había insinuado algo.

Jamás le olvidaría a él esperándola pacientemente en el andén. Cuando ella bajó del tren una sonrisa iluminó su cara, y mientras se acercaba a saludarle, él se puso de rodillas y le besó su delicada mano. La sorpresa de ella fue mayúscula, pero agradeció ese gesto con un fuerte abrazo.

Después de mucho hablar mientras paseaban por aquella cuidad, él se paró, la miró y lentamente se acercó para besarla. En ella apareció una luz de esperanza, una luz tan intensa y luminosa como la del sol que les acompañó esa tarde. Le confesó su amor mientras él asintía diciendo: "Yo siento lo mismo"



Aquí comenzó la historia... ¿O debo decir que realmente empezó el día que se conocieron? Es lo mismo...

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